• Auge de la desinformación: la línea entre verdad y mentira es cada vez más difusa.
• Dominio narrativo: Estados y actores no estatales compiten por imponer relatos.
• Conflictos híbridos: la dimensión psicológica ha cobrado un protagonismo sin precedentes.
El uso de operaciones psicológicas plantea desafíos profundos en términos éticos y jurídicos. Si bien pueden emplearse para estabilizar zonas en conflicto, prevenir violencia o desradicalizar poblaciones, también pueden ser utilizadas con fines de manipulación encubierta, control social o supresión de disidencia.
En la actualidad, la geopolítica global ha transformado las PSYOPS en una herramienta clave no solo para actores estatales, sino también para corporaciones, organizaciones transnacionales e incluso grupos insurgentes.
Esta ambivalencia obliga a profesionales y tomadores de decisiones a formarse críticamente, comprendiendo no solo cómo funcionan estas estrategias, sino también cuándo, por qué y con qué límites éticos deben aplicarse.
Fuente electrónica de la información:
La frase del día
"No hay arma más peligrosa que un pueblo que empieza a pensar por sí mismo"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Su comentario será respondido a la brevedad. ¡Gracias por comentar!