Así ha sido históricamente dispuesto por instancias nacionales e internacionales, entre otras, de Naciones Unidas, la OMS, el Consejo de la Convención de Europa contra el Tráfico de Órganos Humanos y la Declaración de Estambul.
El tráfico de órganos y de personas con la finalidad de remover sus órganos son "verdaderos crímenes contra la humanidad que deben ser reconocidos como tales por todos los líderes religiosos, políticos y sociales, y por las legislaciones nacionales e internacionales”. Así fue dispuesto por instancias nacionales e internacionales, como las Resoluciones de las Naciones Unidas y de la Organización Mundial de la Salud, la Reunión Cumbre de los alcaldes de las principales ciudades del mundo realizada en la Academia Pontificia de Ciencias Sociales del Vaticano en 2015, la Declaración conjunta de los líderes religiosos contra la esclavitud moderna, y el Magisterio del Papa Francisco, expuestos en la Cumbre de Jueces sobre Tráfico Humano y Crimen Organizado en 2016 y en la Cumbre de la Pontificia Academia de las Ciencias sobre tráfico de órganos y turismo de trasplante de 2017 que suscribieron un centenar de países, entre ellos, el INCUCAI en Argentina.
Fuente electrónica de la información:
La frase del día
"Incluso una hormiga puede dañar a un elefante si entra por su oído" - Proverbio Chino
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