En el capítulo anterior, exploramos las dinámicas de los servicios de inteligencia en el hemisferio occidental frente al oriental, subrayando sus diferencias estratégicas y su impacto en el escenario geopolítico global. En este marco, Pakistán emerge como un actor que, aunque poco visible en los titulares, ha logrado ejecutar movimientos sorprendentes en el tablero de la inteligencia internacional. A través del ISI (Inter-Services Intelligence), fundado tras la independencia de Pakistán en 1948, este país ha demostrado una habilidad formidable para operar en las sombras y desafiar incluso a las potencias mundiales.
Un santuario para el hombre más buscado del mundo
¿Crees que podrías mantener refugiado al mayor enemigo de Estados Unidos por diez años?, pues el ISI si pudo, siendo una de sus operaciones más impactantes. Osama Bin Laden, líder de la organización Al-Qaeda y autor de los atentados del 11-9 del 2001, se ocultó en la ciudad de Abbottabad en Pakistán, ubicado a escasos kilómetros de una academia militar. Esta insólita situación despertó numerosas sospechas sobre el rol del ISI, que parecía jugar un arriesgado doble papel: mientras cooperaba con Washington en la lucha contra el terrorismo, protegía en secreto a figuras clave de organizaciones como Al-Qaeda.
Fuente electrónica de la información:
La frase del día
"En lo básico está la grandeza"
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