Robots terrestres, vehículos autónomos y centros de comando automatizados
Enfocándonos en la guerra en la tierra, el desarrollo de robots terrestres militares también ha avanzado de la mano de la IA. Vehículos como el Uran-9 ruso o el Sharp Claw 1 chino son capaces de patrullar zonas hostiles, detectar minas, transportar munición e incluso disparar armamento pesado. Estos sistemas tienen sensores de visión nocturna, cámaras térmicas, radares y software de navegación autónoma. Su ventaja contempla que pueden entrar en zonas de alto riesgo sin exponer las vidas humanas.
Siguiendo con la logística y el transporte, vehículos autónomos terrestres y aéreos están siendo probados para mover suministros, evacuar heridos o explorar rutas seguras como es el caso del SMET (Squad Multipurpose Equipment Transport) del Ejército de Estados Unidos, un vehículo autónomo diseñado para transportar carga y seguir a las tropas en entornos hostiles. Estos sistemas pueden colaborar con drones o satélites para operar en tiempo real bajo condiciones cambiantes. La inteligencia artificial permite que se adapten dinámicamente a obstáculos, amenazas o nuevos objetivos. Países como Francia, Reino Unido y Corea del Sur también han invertido en prototipos que combinan IA y robótica para reducir las bajas en combate.
Fuente electrónica de la información:
La frase del día
"Solo porque empieces tarde no significa que vayas a perder"