Jorge Jiménez Serrano
Presentado en el VII Curso de Criminología
Psicosocial - Universidad Complutense de Madrid
5.4. Victimología.
La
víctima tiene una importancia crucial puesto que es la protagonista del hecho
criminal, presencia el crimen en primera persona, sobre ella recae el acto
criminal y se representan el modus operandi y la firma del asesino.
Si la víctima sobrevive puede aportar mucha información de primera mano acerca de su agresor y de sus circunstancias, si ésta fallece es necesario realizar una autopsia psicológica. En esta autopsia se tratan de recoger varios aspectos personales y sociales de la víctima. Es necesario reunir una serie de información respecto a su domicilio, educación, estado civil, aficiones, situación económica, temores, hábitos, enfermedades, amistades, trabajo...
De toda
esta información se desprende primariamente una clasificación de la víctima en
cuanto al riesgo que suponen para ser agredidas. En este caso hablamos de
víctimas de bajo y del alto riesgo (Ressler 2005). Como es lógico, las víctimas
de alto riesgo tienen una mayor probabilidad de ser atacadas y además de no
suponer muchos problemas para sus atacantes.
Por
otra parte, el estudio y análisis de la víctima nos da información de cómo su
asesino se relaciona con sus víctimas, lo que nos proporciona una huella
psicológica importante para realizar el perfil. En un crimen hay dos
protagonistas, el asesino y su víctima, entre ellos hay una relación, el
asesino usa a la víctima para narrar su historia, para satisfacer sus fantasías
personales pero también para dejar constancia de su relación con el mundo. Y es
en esta relación donde se refleja más su personalidad.
Fuente:
Diplomado en Investigación Criminal y Ciencias Forenses. Universidad Dr. José
Gregorio Hernández.
Tomado y modificado de: Jiménez, J. (2006). Perfil psicológico criminal. Material
digital disponible en:
Consultado
el 26 de noviembre del 2015.