Agresivo (a): Persona de conducta caracterizada más por la disposición a atacar que por la tendencia a eludir peligros o dificultades, cuya manifestación principal es una persistente reacción ante la frustración, con actitudes tan inmaduras, como irritabilidad, berrinches e incluso conductas destructivas, algunas veces hay resentimiento de grado patológico, muchas personas de ese tipo son hostiles, provocan a los demás y se oponen a todo, son competitivas y ambiciosas. Manifiestan una irritabilidad extrema ante estímulos banales, pueden ser mordaces, cáusticos y agresivamente resistentes.
Aguja percutora: En balística es la barra o punzón de metal puntiagudo que al ser golpeada por el martillo, a su vez, golpea en la cápsula, a nivel del culote de un cartucho, produciendo la combustión o deflagración de la pólvora.
Ahorcadura: Es la asfixia que se produce por la tracción del cuerpo sobre un agente constrictor que así comprime el cuello y que pende de un punto fijo. El nudo que sostiene la cuerda recibe el nombre de “nudo distal” y el que está cerca del cuello “nudo proximal”; este último puede ser fijo o corredizo.
Ahorcamiento: Acción y efecto de ahorcar. Se produce por la compresión aplicada a nivel del cuello con cualquier agente constrictor, la cual es ocasionada por el propio peso del cuerpo en suspensión -completa o incompleta- y el elemento suspensor que se encuentra atado en el otro extremo a un punto fijo.
Ahorcarse: Lesionarse colgándose del cuello en la horca o en otra parte. Maniobra típicamente suicida. Colgarse del cuello manteniéndose en suspensión completa o incompleta. Raramente se dan casos de ahorcamientos accidentales u homicidas.
Ahumamiento: Término médico forense llamado también falso tatuaje, ya que desaparece con el lavado. Acúmulo de humo que proviene de la deflagración de la carga de proyección o de pólvora que macula la periferia de un orificio de entrada al efectuarse un disparo a corta distancia por arma de fuego.
Fuente de la información:
La frase del día
"El mal que el hombre hace, vive después de él; el bien, siempre es enterrado con sus huesos" - Julio César