El delincuente sale a la calle con una única motivación: obtener un
beneficio de sus acciones criminales. Solo debe seguir sus básicos pero
efectivos instintos o estrategias. Para lograr su objetivo, analizará a su
víctima, escogerá el área perfecta para actuar y atacrá en forma rápida,
agresiva y decidida.
En los últimos años, los delincuentes en nuestro
país han perfeccionado sus habilidades y tácticas, en las cuales predomina la
violencia descarnada, el uso de armas de fuego y, en menor medida, armas
blancas, la disminución de la edad de los autores del hecho punible y la
concertación entre dos o más sujetos para cometer cualquier tipo de delito.
Fuente: GUÍA
ANTICRIMEN. Iván Simonovis. P.21. Caracas-Venezuela. Septiembre, 2011.