Según varias religiones, el karma
sería una energía trascendente (invisible e inmensurable) que se deriva de los
actos de las personas. Según las leyes del karma cada una de las sucesivas
reencarnaciones quedaría condicionada por los actos realizados en vidas
anteriores. Aunque estas religiones expresan diferencias en el significado
mismo de la palabra karma, tienen una base común de interpretación.
Generalmente el karma se interpreta como una «ley» cósmica de retribución, o de
causa y efecto. Se refiere al concepto de "acción" o "acto"
entendido como aquello que causa el comienzo del ciclo de causa y efecto.
El karma explica los dramas
humanos como la reacción a las acciones buenas o malas realizadas en el pasado
más o menos inmediato.
Según esta doctrina, las personas
tienen la libertad para elegir entre hacer el bien y el mal, pero tienen que
asumir las consecuencias derivadas.