30 de octubre de 2018

Insurrección 30-10-2018

Instigación a la insurrección: elementos, análisis y ubicación en el Código Penal venezolano

El delito de instigación a la insurrección se tipifica en el artículo 145 del Código Penal, que reza lo siguiente:

Cualquiera que ejecute algún acto que tenga por objeto hacer tomar las armas a los habitantes de la República contra los Poderes Públicos de la Nación, será castigado con presidio de tres a seis años. Cuando los actos de que se trata en este artículo se cometieren con respecto a alguno de los estados de la República, las penas que se establecen se reducirán a la mitad de las indicadas en el propio artículo.

En este tipo penal de instigación a la insurrección, el sujeto activo es indiferente, cualquier persona puede serlo.

El sujeto pasivo en el delito de instigación a la insurrección son los Poderes Públicos de la Nación.

El elemento psíquico en el delito de instigación a la insurrección es eminentemente intencional, es doloso.

El bien jurídico tutelado es el sano y correcto funcionamiento de los Poderes Público de la República Bolivariana de Venezuela. La acción en el delito de instigación a la insurrección es ejecutar algún acto que tenga por objeto hacer tomar las armas a los habitantes de Venezuela contra los Poderes Públicos de la Nación.

El elemento material en el delito de instigación a la insurrección es el mismo sujeto pasivo, es decir, los Poderes Público de la Nación. La consecuencia jurídica del delito, es decir, la pena corporal del delito de instigación a la insurrección, es presidio de tres (3) a seis (6) años. Y la pena normalmente aplicable, aplicando la regla del término medio establecida en el artículo 37 del Código Penal, son cuatro (4) años y seis (6) meses.

La palabra del día
Inteligencia: Capacidad de entender o comprender.
Capacidad de resolver problemas.
Conocimiento, comprensión, acto de entender.
Habilidad, destreza y experiencia.

La frase del día
El silencio y la sonrisa son dos armas poderosas: la sonrisa resuelve problemas y el silencio los evita