Hoy en día, el concepto de delito de cuello blanco ha tenido numerosas críticas y ha sido objeto de debate. Por un lado, se cuestiona la voluntad de atribuir el delito a infracciones que podrían ser civiles y administrativas y, por otro lado, la necesidad de que el delincuente tenga que ser una persona con un alto estatus socioeconómico. Hoy en día, y tras mucho debate, el delito de cuello blanco no se centra únicamente en la delincuencia económica, sino que va más allá. Así, el delincuente socioeconómico se encontraría en medio entre la delincuencia común y la delincuencia de cuello blanco.
Además, matizando el concepto, se pueden encontrar distintas expresiones que, aunque estrechamente relacionadas con la delincuencia de cuello blanco, se diferencian de esta. Uno de esos conceptos es la delincuencia profesional, en la que la infracción está directamente vinculada con la actividad profesional, independientemente de la clase social del autor.
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La frase del día
"Cada vez que se cierra una puerta, se abre una ventana"