El análisis del perfil criminológico de los ciberdelincuentes revela que hay una interrelación entre las motivaciones personales y las influencias del entorno que explican el comportamiento delictivo. La Teoría de la Asociación Diferencial de Sutherland, que sugiere que el comportamiento delictivo es aprendido a través de la interacción con otros, es particularmente relevante para entender cómo los ciberdelincuentes se forman y operan dentro de comunidades en línea. Estas comunidades no solo facilitan la enseñanza de técnicas delictivas, sino que también justifican moralmente el comportamiento, reforzando normas de subcultura que pueden facilitar la comisión de delitos.
Por otro lado, la Teoría del Control Social de Hirschi también tiene implicaciones en el ciberespacio. Esta teoría sostiene que los individuos se abstienen de cometer delitos debido a su apego a las normas sociales y sus vínculos con instituciones convencionales como la familia, la escuela y el trabajo.
Sin embargo, en el caso de los ciberdelincuentes, especialmente los jóvenes, estos vínculos suelen ser débiles o inexistentes. La falta de control social y la desvinculación de las normas convencionales permiten que estos individuos se dediquen a actividades delictivas cibernéticas sin sentir las mismas restricciones que los delincuentes en el mundo offline.
Fuente electrónica de la información:
La frase del día
"Mezclar suficiente verdad vende una mentira" [Dexter Resurrección, T1-C9]
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