A nivel criminológico hay tres elementos que deben considerarse en el caso que se estigmatice a una persona por sus tatuajes, a saber: criminalización secundaria, violación de derechos humanos e ineficacia de la medida.
Criminalización secundaria: la estigmatización por tatuajes puede llevar a una criminalización secundaria, por consiguiente, los individuos que han cumplido condenas o buscan reintegrarse a la sociedad enfrentan discriminación y exclusión debido a sus marcas. Esto dificulta su reinserción y aumenta el riesgo de reincidencia.
Violación de derechos humanos: la persecución de personas por sus tatuajes puede violar derechos fundamentales, tales como: la libertad de expresión, el derecho a la igualdad y la no discriminación. Además, puede dar lugar para que se cometan abusos policiales y detenciones ilegales.
Ineficacia de la medida: desde un punto de vista criminológico, la estigmatización por tatuajes puede que no sea una estrategia eficaz para reducir la violencia pandillera. Es probable que las pandillas adapten sus métodos de identificación y comunicación, en consecuencia, la medida genera más resentimiento y desconfianza hacia las autoridades.
Fuente de la información: taller de "Criminología: estigmatización por tatuajes", efectuado el 20-08-2025 por parte del Centro Educativo Geminix y el Centro Simón Rodríguez (CSR) Internacional.
La frase del día
"Un tigre con campana morirá de hambre"
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