La doctrina se ha esforzado para reconducir las
causas de justificación a una serie de principios generales que informan su
regulación jurídica concreta. Las teorías monistas pretenden reducir
todas las causas de justificación a un principio único que algunos ven en la
idea de "empleo de medios adecuados para un fin lícito",
otros en la de "más beneficios que perjuicio" y,
finalmente, otros en la de la "ponderación de bienes".
Sin embargo, estas teorías han sido abandonadas, por cuanto utilizan conceptos
vagos e indeterminados, incapaces de explicar unitariamente la naturaleza de
cada causa de justificación en concreto, ya que cada una responde a ideas diferentes
o a la combinación de varias de ellas.
Fuente: Teoría
general del delito; segunda edición. Francisco Muñoz Conde. Editorial TEMIS S.
A. Bogotá - Colombia 2008. p.73.
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