La delincuencia organizada transnacional opera donde puede lucrar mediante transacciones ilícitas. Una fuente de ingresos es el delito ambiental, en particular el tráfico ilícito de fauna silvestre y madera. El problema es particularmente agudo en los países en desarrollo, pues los gobiernos con recursos insuficientes muchas veces se ven privados de medios para controlar la explotación de sus recursos naturales. En lugar de promover el progreso económico, la riqueza natural mal administrada puede conducir a la mala gobernanza, la corrupción o incluso el conflicto violento.
El delito ambiental es un fenómeno mundial, pero esta hoja informativa se refiere solamente a dos de las principales corrientes: el tráfico de fauna silvestre de África y Asia sudoriental a Asia y el tráfico de madera de Asia sudoriental a la Unión Europea y Asia. La venta de marfil de elefantes, cuernos de rinocerontes y partes del cuerpo de tigres en Asia solamente tuvo un valor estimado de 75 millones de dólares de los Estados Unidos en 2010. Indudablemente, las repercusiones de este comercio son mucho mayores que los ingresos relativamente pequeños que reporta a los delincuentes. El valor del comercio de madera ilícito de Asia sudoriental a la Unión Europea y Asia se estimaba en 3.500 millones de dólares en 2010.
Fuente digital de la información:
La frase del día
"El dinero no tiene moral"
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