LA
VÍCTIMA
Es en quien recae indefectiblemente las acciones
del delincuente o depredador. Hay señales inequívocas en las personas cuando su
estado de alerta está en blanco, es decir, que no perciben las amenazas del
entorno.
LA OPORTUNIDAD
Es el escenario ideal que permite actuar sagaz y
rápidamente sobre la víctima. En caso de que el objetivo sea una acción
dirigida sobre un inmueble, un local, un vehículo, entre otros, la ubicación
geográfica debe brindarle confianza al depredador para actuar sigilosamente, o
puede ser un escenario donde el factor sorpresa garantice el éxito de la
operación. Todas tienen un denominador común: una huida rápida y segura.
Fuente: GUÍA
ANTICRIMEN. Iván Simonovis. PP.20, 21. Caracas-Venezuela. Septiembre, 2011.
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