Clases de víctimas.
Hans Von Hentig en sus primeras obras intenta una clasificación en la que se aparta de criterios legales. Propone cinco categorías de clases generales: el joven, que por su debilidad es el más propenso a sufrir un ataque; la mujer, cuya debilidad es reconocida aun por la ley; el anciano, quien está incapacitado en diferentes áreas; los débiles y enfermos mentales, entre los que destacan: alcohólicos, drogadictos y otras potenciales víctimas por problemas mentales; los inmigrantes, las minorías y los tontos. Los tipos psicológicos: el deprimido, en el que está abatido el instinto de conservación, por lo que se pone constantemente en peligro; el ambicioso, cuyo deseo de avaricia lo hace fácilmente víctima; el lascivo, aplicado a mujeres víctimas de delitos sexuales; el solitario y el acomplejado, que bajan sus defensas en busca de compañía y de consuelo; el atormentador, que ha martirizado a otros hasta que a la final se convierten en víctimas; el bloqueado, el excluido y el agresivo, que por su imposibilidad de defensa, su marginación o su provocación son víctimas fáciles. Asimismo, divide a las víctimas de acuerdo a cuatro criterios: la situación, los impulsos y la eliminación de inhibiciones; la capacidad de resistencia y la propensión a ser víctima.
Hans Von Hentig en sus primeras obras intenta una clasificación en la que se aparta de criterios legales. Propone cinco categorías de clases generales: el joven, que por su debilidad es el más propenso a sufrir un ataque; la mujer, cuya debilidad es reconocida aun por la ley; el anciano, quien está incapacitado en diferentes áreas; los débiles y enfermos mentales, entre los que destacan: alcohólicos, drogadictos y otras potenciales víctimas por problemas mentales; los inmigrantes, las minorías y los tontos. Los tipos psicológicos: el deprimido, en el que está abatido el instinto de conservación, por lo que se pone constantemente en peligro; el ambicioso, cuyo deseo de avaricia lo hace fácilmente víctima; el lascivo, aplicado a mujeres víctimas de delitos sexuales; el solitario y el acomplejado, que bajan sus defensas en busca de compañía y de consuelo; el atormentador, que ha martirizado a otros hasta que a la final se convierten en víctimas; el bloqueado, el excluido y el agresivo, que por su imposibilidad de defensa, su marginación o su provocación son víctimas fáciles. Asimismo, divide a las víctimas de acuerdo a cuatro criterios: la situación, los impulsos y la eliminación de inhibiciones; la capacidad de resistencia y la propensión a ser víctima.
Víctima directa: es la persona ofendida
directamente por el delito.
Víctimas indirectas: enmarcadas en lo establecido por el legislador, las
denominadas “víctimas indirectas” son aquellas que padecen de igual forma la
comisión del hecho punible, pero de una forma mediata, es decir, por la empatía
afectiva o consanguínea que posean con la persona que sufre el embate de forma
inmediata.
Víctimas no
participantes: también
se les denomina “víctimas inocentes” o “víctimas ideales”.
Víctimas simbólicas: la victimización, en estos casos, está
orientada al ataque de un determinado sistema de valores. Entre esta categoría,
se incluyen, partidos políticos, una ideología, una secta religiosa o una
familia a la que la víctima pertenece. Es importante recordar que no es solo víctima quien sufre un daño,
sino también aquellos quienes están en su entorno, a quienes trasciende el
daño causado.
Víctimas potenciales: todas las personas somos víctimas
potenciales ya que estamos expuestas a las garras de los depredadores antisociales.
Víctimas accidentales: son aquellas víctimas que, por el
azar del destino, el victimario las encuentra en su camino. Por lo general,
este tipo de víctimas y el victimario no se conocen, ya que el suceso delictivo
ocurre fortuitamente. Ejemplo: el arrollamiento de un peatón en una calle.
Víctimas
indiscriminadas: son
las que no tienen ningún vínculo con el victimario. Ejemplo: en los casos de
terrorismo.
Víctimas participantes: son aquellas víctimas quienes le
facilitan al delincuente la comisión del acto delictivo, es decir, el actuar de
la víctima coadyuva en gran porcentaje en la comisión del delito. Ejemplo: el
hecho de transitar, por parte de algún individuo, con joyas a la vista en
sitios altamente peligrosos.
Referencias electrónicas. Fuente de la
información:
http://www.marisolcollazos.es/victimologia/Victimologia-Tipologias-victimales.html
http://www.marisolcollazos.es/victimologia/Victimologia-Tipologias-victimales.html
La frase del día
“El
que sabe, repite”
La palabra del día
Detentar: Retener y ejercer ilegítimamente algún
poder o cargo público.
Dicho de una
persona: Retener lo que manifiestamente no le pertenece.
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