LA PRUEBA BALÍSTICA EN EL JUICIO ORAL
La Balística Criminal y la Balística Forense - Mario A. Del Giudice Franco
Análisis de Trazas de Disparo (ATD)
Es un procedimiento químico coadyuvante para el análisis aplicado en el área de la química-balística, a aquellas muestras obtenidas por el método de punción de los antebrazos y manos (dorsal y palmar), de aquellas personas que se encuentran relacionadas e involucradas en la perpetración de un hecho punible, donde se ejecuten uno o varios disparos con armas de fuego.
Se realiza en el campo correspondiente a la criminalística de soporte y de apoyo técnico-científico, en el área de microscopia electrónica, donde el analista someterá dichas muestras a un estudio exhaustivo y minucioso a través de un microscopio electrónico de barrido o de presión variable (ambiental), equipado con un espectrómetro de energía dispersiva por Rayos X, con la finalidad de captar de dichas muestras características específicas de forma, tamaño y brillo, de los residuos, trazas o partículas desprendidas del cuerpo del fulminante de la bala a consecuencia del choque provocado por la aguja percutora del arma de fuego que la percutó.
Los elementos químicos que simultáneamente deben estar presentes para que el resultado sea considerado como "positivo" son: plomo (Pb), bario (Ba) y antimonio (Sb) (sólo para aquellas balas fabricadas según los patrones confeccionados en el hemisferio occidental). A tal efecto, el dictamen pericial de la experticia objeto de estudio debe reflejar de forma clara y precisa como lo establece el Código Orgánico Procesal Penal, las conclusiones concretas y objetivas señalando de forma escrita, graficadas, y fotográficas los resultados cuantitativos y cualitativos de cada una de las manos, puesto que este dictamen es un indicador inequívoco de que la persona relacionada o involucrada en el hecho objeto de estudio, haya disparado un arma de fuego o estuvo muy próxima al disparo. La dispersión de las trazas o residuos de los elementos constitutivos del fulminante puede abarcar un radio de 50 a 80 centímetros, dependiendo del tipo del sitio del suceso, y del nivel de confinamiento de la escena del crimen.
Referencia bibliográfica. Mario A. Del Giudice Franco. La prueba balística en el juicio oral. La balística
criminal y la balística forense. 5ta. Edición, 2013. Vadell Hermanos Editores. p. 198.
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