Achicharrao: Es un preso que no recibe visita, que no le importa a
nadie.
Alta: Máximo gobierno, los luceros del alto gobierno son
pranes de otras secciones.
Base: Atestiguar y argumentar contra alguien que está en “tela
de juicio”.
Batanero: El que roba dentro de la cárcel. El castigo es
apuñalarle las manos varias veces. Las marcas, mal cicatrizadas por lo general,
lo persiguen a donde es trasladado. Al verle las manos cualquier preso sabe que
es un batanero.
Beta: Un sector que es gobernado por un carro.
Boca
cosida: Cuando un preso acaba de ser
traslado y se siente en desventaja o quiere protestar por esa otra condición,
se cose los labios y declara huelga de hambre y “brazos caídos”. Nadie puede
arremeter contra esa persona.
Bugui: Es una carpa, cuarto especial, hecho de pura tela, que
cuesta unos 5 mil bolívares.
Caleta: Escondite de armas y dinero en efectivo.
Carro: Gobierno dentro de la cárcel, ajeno a guardias,
custodios y director. Los cambios de carro son golpes de Estado, que se
producen en reyertas con muertos y heridos. Un pran deja de serlo cuando es asesinado
por otro que ocupa su lugar con otros luceros.
Castigos: La idea es provocar sufrimiento: “puñaladas sobre
puñaladas, tiros sobre tiros”. Abren heridas sin cicatrizar. Pueden aplicar el
“reventarle las piernas”, que es dispararle en ambos miembros inferiores;
“guindar”: cuelgan con una soga al cuello a alguien hasta que casi desfallece.
Solo en ese momento lo sueltan.
Centrales: Se denominan así a los reclusos que llegan
trasladados de cárceles cercanas a Caracas, como Yare o El Rodeo. Están en
desventaja delante de los oriundos del sector a donde llegan, que serían los
guaros, llaneros, orientales, y otros.
Causa: Con esta palabra denominan dos cosas clave. Una causa
o varias “causas” son sus compañeros de delitos que se le acusan (cómplices de
la fechoría que son procesados en un mismo expediente). Pero también es una
causa lo que el preso paga periódicamente al pran y su “carro” por vivir en
ciertas zonas y disfrutar de algunos “privilegios”; por ejemplo, los que venden
chucherías y drogas deben pagar por eso.
Una causa
especial es lo que pagan adicional para una celebración del Día de la Madre o por colocar unos
cajones para la discoteca.
Cincuenta
cincuenta (50-50): Es un balazo
en el centro del estómago; “si te mueres, te moriste y si vives, aprendes que
tienes que pagar a tiempo”.
Cochinos: en algunas cárceles hay corrales con inmensos
cochinos a quienes se les lanzan pedazos humanos para desaparecer un cadáver.
Al día siguiente, en el pase de número, presos dan la vuelta de la fila para
volver a ser contados y que nadie note la falta. Al cabo de un mes, algún
privado de libertad se le acerca a un guardia y les informa de una supuesta
fuga la noche anterior, para justificar la falta.
Chigüireo: Humillación, vejación, incluso con las visitas.
Chocones: Los presos que no siguen rutina o “la manchan” a cada
rato.
FUENTE: runrun.es
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