14 de octubre de 2013

Criminalística X

CRIMINALÍSTICA

CRIMINALÍSTICA I. MONTIEL. SEGUNDA EDICIÓN, 2012

Colección de indicios en el lugar de los hechos

Técnicas para la colección de indicios. Las manos deben estar, siempre, enguantadas. Si es necesario levantar manchas orgánicas frescas, se hará con pequeñas cucharas esterilizadas o hisopos de algodón esterilizados, se depositan las muestras dentro de tubos de ensayo o pequeños frascos esterilizados; pueden ser manchas obstétricas, vómito, semen, fecales, etcétera, o puede tratarse de sangre, para lo cual se usa una solución salina o suero fisiológico para su conservación.

Las herramientas diversas se levantan con las manos enguantadas; se colocan las palmas de las mismas en los extremos y se comprimen o sujetan con fuerza; para su embalaje, se inmovilizan sujetándolas con cordones dentro de cajas limpias de cartón del tamaño de la herramienta a levantar.

Las partículas de cristal, tierra, pintura seca, aserrín, metálicas, lodo, vegetales, y productos o materiales desconocidos, se levantan con pequeñas cucharas o pinzas limpias de metal depositándolas para su embalaje en tubos de ensayo o frascos de cristal, y se les coloca su etiqueta.

Las fibras de algodón, lana, nilón, acrilán, seda, pliana, etcétera, o pelos, se levantan con pequeñas pinzas limpias de metal, se depositan dentro de tubos de ensayo o pequeños frascos de cristal, con su consabida etiqueta.

Las ropas o prendas teñidas con sangre y con orificios producidos por proyectiles de arma de fuego, o en su caso con rasgaduras originadas por arma blanca, se manejan con las manos enguantadas; primero, se dejan secar las ropas o prendas, en un ambiente ventilado, para después proteger el área donde se encuentre el orificio o la rasgadura, y se coloca una hoja de papel limpia sobre esta zona, con los extremos de la ropa doblados sobre la hoja, y para finalizar se embala la prenda dentro de bolsas de polietileno, o de papel, limpias para su traslado al laboratorio.

Fusiles, escopetas o cualquier tipo de arma de fuego larga portátil, se levantan con las manos enguantadas, sujetándolas con una mano del guardamonte, y con la otra de la base de la culata, con las debidas precauciones para no dispararlas si están cargadas. Después, para su embalaje, se inmovilizan con cordones dentro de alguna caja limpia de cartón del tamaño del arma a proteger, identificándola con su respectiva etiqueta.

Existen contenedores propios de cartón limpio de diversos tamaños con perforaciones en la base y cordones de nailón, para el embalaje e inmovilización de evidencias, tales como armas de fuego largas y cortas portátiles, armas blancas, botellas, vasos, etcétera. Debemos proveernos de ellos para la protección idónea de los indicios.

Se puede encontrar con otra clase de indicios o evidencias físicas imprevistas en el lugar de los hechos o en el escenario sujeto a investigación que no estén consideradas dentro de estas técnicas ejemplificadas, pero todo lo anterior dará luz para adecuar o adaptar de manera cuidadosa el levantamiento y embalaje de otras evidencias físicas, sin olvidar etiquetarlas para su suministro al laboratorio de criminalística o a la unidad pericial especializada.

Referencia bibliográfica. Montiel, Criminalística I, 2012, PP. 181, 182, 203, 204.

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