1.- Manipulación del sistema judicial: Esta técnica implica la creación o reactivación de procesos judiciales, basándose en acusaciones vagas o evidencias insuficientes. En algunos casos, se puede recurrir a la descalificación de las pruebas existentes para llevar a cabo una condena o incluso para generar una constante incertidumbre legal que desgaste a la persona afectada.
2.- Influencias en la opinión pública: Una parte fundamental del lawfare es la intervención en los medios de comunicación, tanto tradicionales como digitales. A través de campañas mediáticas o filtración de información sesgada, se busca crear una narrativa que convenza a la sociedad de que el objetivo de la guerra jurídica es culpable, aun sin una resolución judicial clara.
3.- Presión política: El uso de cargos judiciales como una herramienta de presión para forzar a un líder político a tomar decisiones que favorezcan a otros intereses también es parte del lawfare. Esto puede generar un clima de temor o autocensura en los involucrados, debilitando su capacidad de actuar políticamente.
Fuente electrónica de la información:
La frase del día
"El temor agudiza los sentidos. La ansiedad los paraliza" • Kurt Goldstein
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