El principal objetivo del lawfare es debilitar o eliminar a una figura política mediante un desgaste progresivo de su imagen y reputación. Esta guerra jurídica no solo busca imponer sanciones legales, sino también un impacto mediático que desacredite públicamente a la persona afectada. De esta manera, se busca frenar su carrera política o, al menos, reducir su apoyo popular.
Además, el lawfare tiene la capacidad de desviar la atención de los problemas nacionales al centrarse en el juicio público y las acusaciones legales, alterando así el foco de los temas realmente importantes para la ciudadanía.
Las redes sociales y los medios de comunicación juegan un papel clave en la expansión y efectividad de estas campañas, al amplificar los casos y las acusaciones, incluso cuando las pruebas legales no sean contundentes. En muchos casos, las plataformas digitales actúan como vehículos de desinformación, permitiendo que las acusaciones lleguen a la mayor cantidad de personas posible.
Fuente electrónica de la información:
La frase del día
"El temor agudiza los sentidos. La ansiedad los paraliza" • Kurt Goldstein
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