El ethical hacking desempeña un papel crucial en el fortalecimiento de la ciberseguridad, especialmente en lo que respecta a la protección de información sensible y datos confidenciales. La principal función de los hackers éticos es identificar fallos y vulnerabilidades en los sistemas antes de que sean detectados por atacantes maliciosos. Mediante su intervención, se pueden prevenir brechas de seguridad que, si no se abordan, podrían comprometer la integridad de los sistemas y poner en peligro datos valiosos para la organización.
Además de realizar pruebas de penetración y escaneos de seguridad, los hackers éticos colaboran estrechamente con los equipos de tecnología y ciberseguridad de la organización para aplicar las correcciones necesarias. Esto incluye la instalación de parches de seguridad, la actualización de software, el endurecimiento de contraseñas y la implementación de medidas adicionales para prevenir accesos no autorizados. De esta forma, no solo se identifican problemas, sino que también se brindan soluciones prácticas y efectivas.
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"Todo espejo tiene un lado oscuro" • Merlina, T2-E3