En la era digital, la tecnología se desarolla a pasos agigantados, brindando oportunidades, pero también nuevos desafíos. Dentro de estos desafíos encontramos el Deep Fake, una herramienta basada en inteligencia artificial que permite manipular imágenes, audios y videos para hacer que las personas digan o hagan cosas que nunca sucedieron en la realidad. Esto tiene el potencial de representar una amenaza emergente que puede alterar la confianza en la información y manipular la opinión pública.
La capacidad de esta herramienta va más allá de la simple alteración del contenido, sino que debido a su alto nivel de realismo, la convierte en un arma que puede ser utilizada para la desinformación masiva, la suplantación de identidad, el fraude financiero e incluso para comprometer la seguridad nacional. La facilidad con la que los Deep Fakes pueden ser distribuidos en redes sociales y plataformas digitales agrava el problema, ya que pueden influir en la percepción de la realidad, manipular procesos electorales y socavar la credibilidad de instituciones y figuras públicas.
Fuente electrónica de la información:
La frase del día
"Los cobardes agonizan muchas veces antes de morir; y los valientes ni se enteran de su muerte" • Julio César
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