Por
investigación criminal debe entenderse las actividades, tanto de carácter
operativo como de inteligencia, que están amparadas por la ley, se desarrollan
a partir del conocimiento de que se ha producido una conducta punible y que
tiene por objeto practicar las diligencias pertinentes y útiles para determinar
las causas, motivos y móviles que originaron el crimen o delito, y el grado de
responsabilidad de sus autores. Para cumplir con estos objetivo el investigador
debe tener en cuenta un conjunto de saberes interdisciplinarios y de acciones
sistemáticas integrados para llegar al conocimiento de una verdad relacionada
con el fenómeno delictivo (López, 2008).
La
investigación criminal se fundamenta en el empleo de los principios y teorías
de las ciencias y disciplinas que apoyan la acción investigativa:
- Forenses. Medicina legal con sus respectivas ramas: odontología forense, antropología, genética, entre otras.
- Jurídicas. Derecho penal, probatorio, de familia, contencioso administrativo, entra otras.
- Criminológicas. Psicología, sociología, victimología y criminología.
- Criminalística. Cuyo fundamento lo constituyen las ciencias básicas como la física, la química y la biología, que permiten dar el aval científico a los laboratorios.
Fuente.
Diplomado en Investigación Criminal y Ciencias Forenses. Universidad Dr. José
Gregorio Hernández.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Su comentario será respondido a la brevedad. ¡Gracias por comentar!