La frase del día:
“Lo que determina cómo actúa una
persona no es su carácter, sino la situación en la cual se encuentra” Stanley
Milgram
Guía de
Lógica y Lenguaje / Lógica Jurídica
Bibliografía: Curso General de Lógica Jurídica. Dr. Armando Martínez
Peñuela. Sexta edición. Editorial Buchivacoa. 1996
Facultad: Derecho
Semestre: 2° / Pregrado
Jorge
Leonardo Salazar Rangel
Tema # 12 Las Falacias
La Manera de Evitar las Falacias
Para resolver un
silogismo se debe tener pendiente
todo lo que se ha visto sobre el Término
Medio, las vocales de las premisas, la figura a la que pertenecen,
el modo y la conclusión; así la posibilidad
de caer en error será mínima (A, E, T, y O).
Para estar seguros de la corrección de un razonamiento, se
debe analizar en que consiste la incorrección.
De manera que estamos frente a un razonamiento correcto, cuando tanto sus premisas como su conclusión son verdaderas.
Para no ser engañados
por “Falacias de Atenencia” (son las
más comunes), la mejor recomendación
es el profundo estudio de nuestro
lenguaje, desde el punto de vista morfológico;
en cuando al estudio de las “formas”
y “accidentes” que sufren las palabras:
- Al
“Sintáctico”: Estudiando las relaciones de
las palabras entre sí.
- Al Conocimiento
“Semántico”: Atendiendo al significado
propio de las palabras que usamos.
Si se trata de “Falacias
No Formales de Ambigüedad”, recordemos que las palabras en su mayoría tienen varios sentidos o significados; para evitar caer en el error, la
menor de las reglas es tener un conocimiento cabal de los términos
que usamos, ya que el resbaladizo cambio de significado
dado por un interesado, convertirá
un razonamiento verdadero en una “Falacia”;
por eso es necesario estar atentos a los términos ambiguos.
Dentro de las “Falacias
de Atenencia”, se debe siempre ser cuidadoso en el uso por nuestra parte o
bien en contra nuestra, de las Falacias de la pregunta compleja. Se comete esta Falacia cuando formulamos una
pregunta como si ésta fuera simple, de manera que la respuesta dada sea un SÍ o un NO.
Es un tipo de “Pregunta
Tramposa” que supone que ya el interlocutor le ha dado una respuesta
definida a otra pregunta, pero que ni siquiera le ha sido formulada.
El Abogado debe conocer bien este tipo de Falacia de la pregunta compleja para oponerse prontamente a la que formule
la contraparte, a los testigos en la
absolución de posiciones juradas, en la evacuación de pruebas testimoniales;
pues la contraparte puede colocar en una situación realmente embarazosa el deponente de una causa.
La
frase del día:
“Lo que determina cómo actúa una
persona no es su carácter, sino la situación en la cual se encuentra” Stanley
Milgram
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