Lo que describe esta doctrina es que si la fuente, el «árbol», de donde procede la evidencia obtenida, está contaminada, entonces el «fruto» de ese «árbol» está igualmente contaminado.
Metáfora legal acuñada en el Tribunal Supremo de Estados Unidos en 1920 en el caso Silverthorne Lumber Co.
Las pruebas obtenidas con una actuación ilícita son igualmente ilícitas, y en consecuencia, nulas.
Fuente electrónica de la información:
La frase del día
"Las personas más felices en redes sociales suelen tener los secretos más oscuros"
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