2 de junio de 2025

Psicología corrupción [4] § 02-06-2025

Por otra parte, esto se une a una progresiva pérdida de importancia de valores éticos, como honestidad e integridad. Actualmente, no obtenemos prestigio o estatus por ser buenas personas, las personas honradas no son percibidas como modelos a seguir, sino que lo son aquellas que poseen cosas, que consumen, que “van a la última”, y que además presumen de ello en redes sociales. Hemos pasado de una sociedad regida por valores religiosos a vivir en una sociedad regida por valores materialistas y utilitaristas, donde los bienes materiales y su utilidad son más importantes que los valores fundamentales.

Esto supone el caldo de cultivo para la proliferación, mantenimiento y aceptación de conductas consideradas como corruptas o deshonestas, a través de las cuales se consigue aumentar la posesión material o el beneficio personal, perdiendo importancia el cómo se ha conseguido dicho beneficio, si ha sido mediante medios éticos y/o legales o no. De hecho, se ha visto que percibir el entorno como corrupto contribuye a expandir aún más este comportamiento (Dong, Dulleck y Torgler, 2012), pero en contrapartida, esto acaba generando una menor satisfacción vital percibida en las personas (Tay, Herian y Diener, 2014).

Fuente electrónica de la información:

Palabras clave: psicología de la corrupción, delitos.

La frase del día 
"La sal nunca es elogiada por formar parte del menú, pero cuando falta, todos notan su ausencia"

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